Por no querer quedar mal con nadie

Peña Nieto ya presentó su propuesta de Reforma Energética. Como parte de su plan para dejar la marca de su gobierno, se animó a hacerle al valiente y al parecer está queriendo lograr lo que los demás no se animaron a hacer o simplemente no consiguieron… o al menos algo cercano a eso.

Peña Nieto ya presentó su propuesta de Reforma Energética. Como parte de su plan para dejar la marca de su gobierno, se animó a hacerle al valiente y al parecer está queriendo lograr lo que los demás no se animaron a hacer o simplemente no consiguieron… o al menos algo cercano a eso.

Reforma Energética

Porque el mismo día que la presentó, su Reforma Energética, por no querer quedar mal con nadie, quedó mal con todos menos con quienes ya lo apoyaban desde antes. No le gustó a la derecha (al PAN), no le gustó a los analistas financieros ni a la opinión internacional y, lo que ya sabíamos de sobra desde antes, no le gustó a la izquierda (PRD) tampoco, y en especial a AMLO.

Lo extraño es que para unos (el PAN y los analistas financieros) se quedó corta, y para otros (las izquierdas) se pasó. Y aquí está el punto ¿cómo puede la misma reforma energética obtener opiniones contrarias al mismo tiempo? La respuesta más simple es: EPN no quiso quedar mal con nadie. O sea, no es tan “aventado” como quiere parecer.

Rescatando ideas del pasado (alegue lo que alegue AMLO, pasado que ya pasó), en lugar de dar a conocer su propuesta de reforma con bases sólidas y más convincentes (sin necesidad de entrar a tecnicismos), EPN basó su discurso en la historia y en que “Lázaro Cárdenas así lo había planeado”. De nuevo, por querer quedar bien con una nación llena de mitos históricos, prefirió querer sonar históricamente heroico a convencer a los mexicanos de que ya no es lo mismo de antes y de que sabe de lo que habla (o de lo que hablan sus asesores).

¿Así cómo no quiere que AMLO sigua manteniendo ilusos a sus seguidores con las historias que les cuenta para que sigan siendo sus idealistas “pejezombies”? Bases como las que EPN da a conocer para soportar sus decisiones dejan mucho que desear y agujeros para que la oposición lo ataque fácilmente.

Al final la Reforma Energética presentada por Peña Nieto, igual que las demás, son solo intentos de comenzar a tapar los agujeros que se han hecho en el pavimento de gobiernos mexicanos malacostumbrados a no saber gobernar, a despilfarrar los recursos y a no tener visión de largo plazo. EPN quiere no ser ese tipo de presidente… pero tampoco se anima a comenzar a deshacerse del viejo pavimento. En parte porque no puede, claro… y en parte porque no se anima.

No puede porque a pesar de lo que pregone López Obrador, el mundo no es perfecto y todos los sueños guajiros que en teoría son excelentes para el desarrollo de México, no podrían aplicarse en el mundo real así como así, y mucho menos en poco tiempo. Eso es lo que AMLO y parte de la izquierda quiere hacer pensar (y hace pensar) a sus seguidores, pero solamente contándoles su lado idealista de la historia.

A esta reforma energética le falta mucho. Al final EPN no quiso meterse en camisa de once varas… y por querer mantenerse neutro quedó mal con los que de plano quieren la privatización del petróleo (los del PAN y sus seguidores interesados en hacer negocios antes que otra cosa) y los del PRD y AMLO (interesados en seguir aferrados al pasado y a sus propios sueños guajiros). Posiblemente eso es bueno, porque está tratando de encontrar un punto medio… pero la manera en que se la quiere dar de neutro pero con explicaciones que dejan mucho que desear, no da muy buena espina.

Aunque lo más probable es que con ese plan de reforma que propone, Peña Nieto no sea tampoco el “vendedor del petróleo” a los extranjeros que pregonan algunos que será. El petróleo mexicano de cualquier manera ya es un recurso del que Estados Unidos saca mucho provecho debido a la mala administración de parte de nuestro gobierno… unos cuantos cambios en la manera de meterse a hacer negocio a México no harán mucho la diferencia.

Lo que haría la diferencia es reestructurar toda la manera de trabajar interna de Pemex y CFE, y ponerle un alto a personas de las que siempre ha dependido el progreso de los recursos energéticos de nuestro país, como el al parecer intocable líder sindical de Pemex, Romero Deschamps. Qué casualidad que la reforma de EPN, así como no quiere privatizar el petróleo, tampoco toca temas relacionados con el sindicato.

Sin duda en la política primero vienen los intereses políticos y luego (si no encuentran conflicto entre ellos) las decisiones racionales en pro del progreso colectivo.  Y así va a seguir siendo por mucho tiempo. Para bien o para mal.

Lo que sí es cierto es que no hay que creerle ni a los de un extremo ni a los del otro. Si otra cosa prueba las reacciones a una reforma energética neutra, es que a quienes no les gusta es a quienes solamente quieren jalar para su lado por sus propias razones (sean estas verdaderas o simplemente ilusiones). La realidad y lo mejor para el país lo más probable es que se encuentre en medio. Pero se necesita un poco más de conocimiento, seguridad y liderazgo para encontrarlo y aprovecharlo.

El petróleo no durará para siempre y, contrario a lo que nos digan, difícilmente será más barato, sino todo lo contrario. México puede aprovechar que tiene sus propias reservas y sacarle todo el jugo posible… pero son sólo eso: reservas. El oro negro es lo que nos mantiene hoy, pero hay muchos más temas en los que se debe estar invirtiendo para mañana. Pero intenten enseñarle a un político mexicano algo de geología… o de inversión a futuro. Suerte.

Ah, qué nuestras izquierdas

Lo que muchos veíamos venir, aunque hasta entre sus mismos seguidores se engañaban a sí mismos de que de eso no se trataba, ya sucedió: AMLO va sólo, o mejor dicho, con su Morena. Sí, esa tan auto-publicitada asociación civil que varios de …

AMLO Morena

Lo que muchos veíamos venir, aunque hasta entre sus mismos seguidores se engañaban a sí mismos de que de eso no se trataba, ya sucedió: AMLO va sólo, o mejor dicho, con su Morena.

Sí, esa tan auto-publicitada asociación civil que varios de sus mismos miembros, cuando repartían su publicación, aseguraban no tenía que ver con partidos políticos ni lo pretendía. Esa asociación civil que, a pesar de lo que saltaba a la vista, se empeñaba en querer hacer ver a la gente que ellos eran “un movimiento aparte” de la política, precisamente así como lo mismo que siguen proclamando los #Yosoy132.

Esa asociación civil que ponía a Andrés Manuel prácticamente como el salvador de la patria (y para algunos fanáticos inclusive como más que eso, seguramente), independientemente de los partidos izquierdistas a los que representaba. El chiste era competir aunque sea a la par de los gastos publicitarios adelantados de Enrique Peña Nieto y la publicidad sobre sus logros que le gustaba según él disimular a Felipe Calderón.

Si de todos modos la competencia iba a ser desleal, pues AMLO también se aseguró de tener su respaldo político que podía disimularse como otra cosa. Nadie le alega eso. No podrían. Sin embargo el punto siempre sigue siendo el fanatismo con el que muchos de sus seguidores defienden hasta lo indefendible, como lo es el presente, claramente planeado desde hace tiempo, del movimiento Morena: ser un partido político izquierdista más.

Utilizando parte de las técnicas que lo hicieron fuerte en sus comienzos en el PRI de Tabasco, AMLO se ha asegurado de conseguir y mantener su propio rebaño con miras a seguir compitiendo aunque sea solo ya que, quienes sabemos un poquito, esperábamos que a los partidos que lo apoyaban, especialmente el PRD, el peso de tanta terquedad política personal les iba a hacer mella tarde o temprano. Y les hizo.

La división esperada
En cuanto supieron que López Obrador ya se separaba, las grandes cabezas de la izquierda (y quienes de una u otra forma son competencia política de AMLO dentro de la misma izquierda) dejaron de defender tan aferradamente a la mejor arma que habían tenido (AMLO), y se pusieron prácticamente a las órdenes de Peña Nieto, aunque, especificaron “institucionalmente”. Y decir que solo unos días antes de su “sesión” de Morena en el Zócalo uno de los “Chuchos” aseguró públicamente no saber nada de lo que AMLO planeaba.

¿Para qué tanto show entonces? ¿Para qué tantas declaraciones de las cuales de muchas ya no se quieren acordar? Después de que AMLO era casi Dios para ellos, ¿ahora resulta que todo era político y ahora no hay problema y hay que cambiar con los otros? ¿No que la izquierda es diferente? Si ya saben que así funciona la política mexicana (para bien o para mal) ¿para que intentar disimular lo obvio?

Ah, se me olvidaba que para andar en esos menesteres lo primero que se necesita es, como dicen, una gran concha. Salvo contadas excepciones, claro. Pero no se quieran agarrar de ahí a quienes les quedó el saco: esos son muy pero muy pocos… y de esos, muchos terminan dejando de ser de esos pocos para convertirse en parte del resto. La cruda y llana realidad. El humano, y más el político, no es tan complejo como muchos quieren pensar.

¿Quieren otra prueba? Jesús Zambrano, Alejandro Camacho, Dolores Padierna, René Bejarano, Ricardo Monreal, Silvano Aureoles, Miguel Barbosa, Manuel Granados, Camerino Márquez Madrid… brillaron por su ausencia en el acto que dio AMLO en el Zócalo. ¿No que muy compas?

“No se trata de una ruptura, me despido en los mejores términos. Me separo de los partidos progresistas con mi más profundo agradecimiento a sus dirigentes y militantes… con el PRD estamos a mano y en paz”, dijo López Obrador. Obvio. Tanto el PRD se sirvió del carisma de AMLO como AMLO se sirvió de la estructura del PRD. Ambos ganaron… pero de igual forma ambos no podía seguir ganando juntos. Digamos que llegaron al predecible punto en el que ya no se aguantarían, y que se sabía desde hace mucho.

“¿No que no, jovenzuelos?”
Y para finalizar este post, la conexión entre AMLO ya #YoSoy132 ya es casi oficial con las declaraciones de un consejero del PRD de nombre Hilario García Valdés, quien aseguró que María Luisa Alcalde Luján (quien tomó la palabra en el evento de AMLO como dirigenta jóven de Morena y es hija de la secretaria de “Honestidad Valiente” de AMLO, Bertha Luján) dirige en la Universidad Iberoamericana del Distrito Federal las redes de “Morena”.  Además, también según el mismo consejero, Miguel Torruco Márquez, el “Secretario de Turismo” del fallido gabinete de AMLO, a través de su hijo, el joven Miguel Torruco, canalizó recursos al nombrado plantel escolar y su movimiento.

Aunado a lo anterior, Hilario García Valdés dijo al reportero Felipe Rodea: “#YoSoy132 estaba perfectamente establecido para aparecer en la lucha postelectoral, pero se adelantó porque AMLO no se movía en las encuestas”. (Diario “La Razón”, 08/08/12).

¿Qué les dije? Apartidista nunca ha sido.

Si bien no tiene el dinero del PRI o el poder del PAN, AMLO sabe muy bien como mantener su base de simpatizantes de otras maneras (incluyendo sus propias técnicas turbias). Al fin y al cabo su “mercado” tiende por naturaleza a seguir a figuras con sus características.

Muy bien, pero, insisto, ¿para qué la auto-mentira?

Las izquierdas histriónicas

Si hace dos sexenios nos quejábamos del protagonismo muchas veces excesivo del ex-presidente Vicente Fox, los protagonistas de las izquierdas en realidad viven del histrionismo. No solamente es un hobbie para ellos. Seguramente sabiendo que todas…

Expo Fraude

Si hace dos sexenios nos quejábamos del protagonismo muchas veces excesivo del ex-presidente Vicente Fox, los protagonistas de las izquierdas en realidad viven del histrionismo. No solamente es un hobbie para ellos.

Seguramente sabiendo que todas sus supuestas pruebas no servirán de nada para cambiar los resultados de la elección del 1ro. de Julio a su favor, aun así AMLO y su Movimiento Progresista insisten en seguir asegurando que sus pruebas son irrefutables y, no contentos con armar un circo, arman literalmente un zoológico para llamar la atención de la ciudadanía y de los medios a su “lucha”, según ellos, en defensa de la democracia.

Parece que cada vez que los vemos en las noticias, los políticos de la izquierda salen con otra nueva puntada más escandalosa que la anterior. Y en cada una de esas puntadas, ellos aseguran que tienen, como se dice coloquialmente, “los pelos de la burra en la mano”, casualmente de la misma forma que aseguraban iban arriba en las encuestas e inclusive iban a ganar las elecciones en Julio pasado.

Primero fueron las famosas tarjetas Soriana. Con planeación claramente mercadológica, las izquierdas armaron todo un stand para llevar a cabo su presentación de lo que ellos consideran pruebas de que Soriana trabajó junto con el PRI “comprando” votos. Y para que quedara claro el mensaje, se encargaron de que la pared a sus espaldas estuviera tapizada de las tarjetas de acumulación de puntos que da la cadena de tiendas de autoservicio. El punto era impactar a la población (o, bueno al menos al sector mas crédulo de la población, el cual es su mercado meta y cautivo) con el mensaje: “aquí está la prueba, conseguimos todas estas tarjetas… no pueden negarlo, aquí están detrás de nosotros”. Obviamente eso no es prueba de nada, pero el show ya lo habían armado.

Ahora la “Expo Fraude”
El nuevo show de las izquierdas es la Expo Fraude. Claramente utilizando las estrategias politico-mercadológicas de guerrilla, los partidos que apoyan a AMLO se preocupan y ocupan de montar toda una exposición de lo que ellos consideran pruebas de que el PRI compró votos que le ayudaron a ganar la elección. La expo consiste en varios de los artículos promocionales que el partido tricolor y el verde regalaron, como es costumbre, a la ciudadanía con el objetivo de que se acordaran de ellos a la hora de votar. El colmo de la Expo Fraude lo constituían unas jaulas en las que literalmente pusieron puercos, chivos y gallinas, los cuales supuestamente fueron utilizados como trueque a cambio de votos en favor de Enrique Peña Nieto.

¿En realidad creen ustedes que es tan iluso López Obrador como para que el mismo crea que ese teatro es evidencia que le sirva en el tribunal? Sabemos (o bueno, al menos esperamos) que no. Lo más probable es que, al igual que la mayoría de sus estrategias electorales y poselectorales, las haya planeado no pensando en que funcionaran en cambiar el curso de las cosas, si no solamente como estrategia política de presión. Después de todo, las izquierdas ahora serán mas fuertes incluso que el PAN en algunas ocasiones. AMLO simplemente se está asegurando de que el mensaje de: “aquí estamos y tenemos a muchos de nuestro lado” se escuche entre la clase política para que de una o de otra manera le tengan el suficiente miedo como para tomarlos en cuenta en algunas (o varias) negociaciones.

¿Quieren otra prueba de esta teoría? Solo deben tomar en cuenta que ahora, y desde ya hace varias semanas, resulta que las izquierdas se quejan como si se indignarna de verdad y dicen que si los “difaman”  de terroristas demandaran a los responsables. Esto debido a que tanto la iniciativa privada como algunos personajes políticos han acusado a las izquierdas de incitar un ambiente de encono en contra de la cadena Soriana, el cual ha engendrado manifestaciones no tan pacificas y hasta ataques a ciertos establecimientos. Claro que, como es típico ya, los dirigentes de las izquierdas siempre se deslindan de que quienes provocan esos desmanes sean miembros de sus partidos.

La realidad es que no hacen falta muchos datos para saber quién es y quién no es seguidor de las izquierdas. Aunque se note racista, se nota a leguas el perfil psicológico/social de los que militan en sus filas o son simpatizantes. No la despistan mucho que digamos. Jesús Zambrano  y el coordinador de campaña de AMLO podrán hacerse los indignados, pero ellos son los primeros que se quejan de sus oponentes políticos (y hasta les gustaría verlos en la cruz) por mucho menos que por lo que los acusaron de incitar el terrorismo a ellos.

Soriana los acusa de terroristas y se indignan como si ellos no hicieran lo mismo o peor al abusar a diario de la libertad de expresión para intentar dejar en mal a otros partidos y a cualquiera que esté en su contra, según ellos.  Sin duda la mayoría de las difamaciones de las izquierdas son mucho más susceptibles de ser motivo de demandas, y sin embargo tanto el PRI como PAN (ni el propio IFE) no hacen mucho, y de esa manera fomentan el círculo vicioso, seguramente por miedo político. Si así siguen, luego no se quejen, ¿OK? En fin, A mí se me hace que lo que les gusta es que se hagan circos políticos para que parezca más democracia de la que es…

 

La hora de la verdad… y las encuestas

Las encuestas ya tiene con qué compararse. Después de meses de polémicas, de dimes y diretes entre la población, los medios y las encuestadoras mismas, los resultados del PREP ya nos dieron con qué comparar la miríada de encuestas que se lle…

Cancidatos_encuestas

Las encuestas ya tiene con qué compararse. Después de meses de polémicas, de dimes y diretes entre la población, los medios y las encuestadoras mismas, los resultados del PREP ya nos dieron con qué comparar la miríada de encuestas que se llevaron a cabo y que todas proclamaban estar en lo correcto, casi de la misma forma que todos los candidatos proclamaban que iban a ganar.

Si bien, la mayoría de las encuestas más famosas en promedio pronosticaron el resultado que los candidatos obtuvieron en general (es decir, que quedarían como quedaron en posición con EPN a la cabeza y JVM en tercer lugar), las distintas encuestas daban diferentes márgenes al resultado en el caso de Peña Nieto y López Obrador. Vázquez Mota por su parte fue la que más cerca estuvo siempre de la intención de voto pronosticada por la mayoría de las encuestas, con un 23.5 de promedio, obteniendo al final 25%.

En cambio, lo que es importante analizar y resaltar es que, en promedio, las encuestas más conocidas le dieron una intención de voto de casi 45% a Peña Nieto, quedando en el PREP 8 puntos abajo, con 38.1%. En contraste, López Obrador fue pronosticado en promedio con un 29% de intención de voto, un poco más cercano a la realidad del día de la elección, ya que obtuvo 31.6% en el PREP.

Nada más para no dejarlo pasar, Gabriel Quadri se mantuvo también cercano en las encuestas al resultado del PREP, con un 3%, aunque a la hora de la hora bajó, al haber alcanzado solamente el 2.3%, salvando así el registro de su partido Nueva Alianza.

Antes de pasar al análisis, y para los más meticulosos, ¿cuáles de las encuestas más conocidas fueron las más exactas comparadas con los resultados de lo que eligieron los ciudadanos el 1 de Julio? Las de Covarrubias/SDP. Las 5 encuestas de esta casa encuestadora pintaron a Peña Nieto con un 38%, a López Obrador con un 30% y a Vázquez Mota con un 25% de intención de voto, en promedio. Aunque la polémica encuesta de Reforma, que “el Peje” tanto utilizó como estandarte por las ocasiones en que lo pintaron demasiado cerca de Peña Nieto, no estuvo al final tan alejada de la realidad poniendo a EPN con 32% de intención de voto, aunque puso muy bajoS a AMLO y a JVM con 24 y 19% respectivamente.

Y qué decir del trabajo de Milenio/GEA-ISA. A pesar de ser la casa encuestadora que hizo y publicó consultas diarias, fueron unas de las que se alejaron más de los resultados del día de la elección, saliéndose de su margen de error por mucho, ya que aunque pronosticaron al final un 40% de intención de voto por Peña Nieto, pusieron a AMLO en solamente un 24%, que superó con más de 7 puntos. Vázquez Mota de igual forma superó los 19 puntos en los que la ponía, llegando a más de 25%.

Pero ya basta de números. Lo importante es analizar qué quiere decir que la mayoría de las encuestas más conocidas, si bien no se equivocaron en el resultado general, sí ponían a Enrique Peña Nieto más lejos de Andrés Manuel López Obrador. Si bien existe la posibilidad (que les gustó y les gusta explotar a los “pejistas” y al “Peje” mismo)  de que las encuestas mayores puedan ser utilizadas como una herramienta de propaganda para ayudar a que el puntero permanezca como puntero, no se necesita ser tan “sospechosista” para explicar el comportamiento de los resultados de dichas herramientas de análisis de intención de voto electoral.

Al final, las encuestas son eso: una herramienta de análisis que depende de las circunstancias en las que se llevan a cabo. Y es muy probable que de hecho muestren la realidad, pero no necesariamente la realidad del futuro. ¿Qué quiere decir? Que, como dicen muchos al defender sus encuestas, los resultados de una encuesta son una fotografía de lo que en ese momento, ese día eligieron los encuestados… no necesariamente lo que harían el 1 de Julio. Pero lo que sí son, mientras no sean manipuladas o sesgadas, son una herramienta que muestra las tendencias.

Y la tendencia clara fue que los encuestados contestaron que preferían a Enrique Peña Nieto en primer lugar, López Obrador en segundo y Josefina Vázquez Mota en tercero. Pero lo que interesa aquí es saber qué pasó para que el voto real por Peña Nieto bajara y el voto por AMLO subiera. Obviamente muchos maquinarán sus propias perspectivas. Pero lo que no se puede negar es que lo más probable es simplemente que al final, ya frente de la urna se presentaron más votantes que, o no expresan su intención de voto, o expresaron una intención de voto que al final cambiaron.

Asumiendo que la metodología de las encuestas haya sido fidedigna, la única explicación es que a la hora de la hora cambiaron su postura los votantes que contestaron las encuestas.

Sin embargo, existe otra explicación posible que seguramente influyó en los resultados: esta vez más gente fue a votar. Con más del 60% de participación. Y mucha de esa gente nueva fueron jóvenes. Y ¿a quién tienden a seguir muchos jóvenes? Directa o indirectamente a AMLO. Comprobado con el tan famoso movimiento “Yo soy 132”.

O posiblemente es una mezcla de factores: las encuestas la contestan más los mayores de la casa, y los jóvenes que al final fueron a votar siguieron “la moda” de votar por AMLO. Es muy probable. Sin duda ahora en la fila para votar se vieron más jóvenes que antes.

Lo que es seguro es que ya está más competida la arena electoral. Y eso es bueno. Más presión para los que ganen. Así de sencillo.

Pero ¿qué pasó en Baja California? Esperen el siguiente análisis al respecto.

Todos creen en la democracia…

A pocos días de las elecciones del 1 de Julio, unas de las frases que más escuchamos últimamente de los candidatos a la presidencia, los representantes de sus partidos e inclusive del IFE mismo es que creen en “la democracia mexicana”, que “la …

Votaciones

A pocos días de las elecciones del 1 de Julio, unas de las frases que más escuchamos últimamente de los candidatos a la presidencia, los representantes de sus partidos e inclusive del IFE mismo es que creen en “la democracia mexicana”, que “la gente ya sabe cómo decidir” o inclusive que “el voto actual es un voto informado”.  Además algunos incluso invitan en sus mítines a que la población “razone su voto”.

Y la realidad es que sí ha avanzado un poco el país en cuanto a su democracia. Pero la realidad también es que todavía le falta mucho. Ciertamente mucho como para suponer que ahora la población ya razona su voto con la información que tiene a la mano para decidir. ¿Cuál información? ¿La que nos llega de lo que afirman todos los candidatos de que son los mejores y traen las mejores propuestas? ¿La que nos llega de la guerra sucia por internet y espectaculares de los partidos tirándose entre ellos? ¿La que nos llega de los anuncios publicitarios faltos de creatividad y estrategia? ¿La que nos llega de los disque debates oficiales del IFE?

Más información no equivale a más conocimiento. Para que una democracia puede jactarse de serlo, primero necesita de un pueblo educado que la sepa ejercer. Lo mismo que en el caso de la libertad de expresión, la democracia es un arma de doble filo cuando el pueblo al que se dirigen los contendientes a gobernarlo en promedio solamente ha terminado la primaria. ¿Cómo va a saber evaluar los puntos fuertes y débiles de las opciones que tiene enfrente un ciudadano si en la escuela y en su casa nunca lo enseñaron a ser crítico y analítico y a generar su propio conocimiento?

Es una falacia afirmar que la gente decide. La gente para empezar ni siquiera sabe lo que quiere en la mayoría de los casos. ¿Quieren una sola prueba? Pero que conste que hay más y no tengo tiempo de enumerarlas en este post. Haciendo unas encuestas en la calle pude darme cuenta de que un gran número de mujeres que expresaron ser panistas eligieron sin embargo a Peña Nieto como su opción para presidente de la república. Algunas incluso expresaron que por que estaba “muy guapo”.

Y aún así pide AMLO que la gente razone su voto. Y ese es solo un ejemplo que difícilmente podría cambiar inclusive si nuestro pueblo fuera más educado. ¿Por qué? Porque, alegue lo que alegue López Obrador, la mercadotecnia y la publicidad funcionan mejor cuando se diseñan para dirigirse a la parte que no piensa de nuestro cerebro. Para bien o para mal así funcionamos y lo único que deben hacer los que quieran quedarse en la mente de sus prospectos es aprovechar esas reglas y esos conocimientos sobre el comportamiento humano. Si se quiere ser “ético” y no convencer a la gente utilizando solamente su instinto, lo que se puede hacer es utilizar una mezcla de instinto con raciocinio. Todo se puede… pero los políticos no quieren batallar.

Seguramente el partidismo de algunos que leen esto les hará estar pensando que lo que acabo de escribir hace mejor a Josefina (y los que son fans de AMLO a AMLO) que a Peña Nieto porque la gente tenderá a votar por él por su presencia física y no por su capacidad. Pues déjenme decirles que también funciona al revés: una presencia física que no convence instintivamente hace a muchas personas evitar desear a ese candidato o candidata como gobernante.

¿Han escuchado alguna vez a Jairo Calixto de Milenio decirle a Josefina “Robotina Vázquez Mota”? No es nada más que una de tantas burlas a la presencia física de la candidata del PAN. No hace falta un análisis demasiado exhaustivo de imagen pública para llegar a la conclusión de que físicamente (y no me refiero solamente a su apariencia sino también a sus gestos, movimientos y expresión vocal) Josefina no tiene las cualidades necesarias para que instintivamente supongamos que sería una efectiva líder. Ni siquiera tiene que ver con el hecho de ser mujer…porque hay mujeres que sí parecen líderes. El punto es que, de nuevo, el raciocinio no es lo que impera en la toma de decisiones de la gente, y menos si no sabe sobre ello.

Si en realidad estuviéramos los mexicanos gozando de una democracia pujante y efectiva, nadie leyera menos de un libro al mes. Y varios de esos libros serían algunos de los que comienzan a reproducirse en tiempos electorales y que nos pueden ayudar a analizar las características de cada una de las opciones que los partidos políticos nos quieren “encasquetar”. Porque eso es. Más que democracia, como ya lo he mencionado antes, México aún es una partidocracia. ¿Por qué? Porque la gente no elige a sus gobernantes sino que primero los partidos le eligen a las opciones que esa gente tendrá como candidatos. No interesa que la gente ni conozca ni prefiera a uno o a otro: tiene que escoger uno de esos de todos modos.

¿Que existen los candidatos ciudadanos? Sí, y ya se adueñaron de ellos los partidos al parecer utilizándolos como “relleno” para decir que tienen candidatos ciudadanos. ¿Qué siempre existe la posibilidad que votar por alguien que no esté registrado? Sí, Chuchita, como dicen. Ahí avísenme cuando la gente se vaya a poner de acuerdo en votar por un candidato no registrado si su publicidad  para que lo conozcan dependerá del dinero y la exposición que no le dará el IFE y en cambio a los registrados por los partidos sí. Por favor. No hay que ser tan ingenuos.

También seguramente se han de estar preguntando ahora ¿y por fin por quién votamos, pues? Yo no puedo decirles eso. De hecho, si somos estrictos (como debe ser): de todos no se hace uno. Todos tienen sus fortalezas, sus debilidades, sus amigos incómodos y sus historiales como para llegar a la conclusión que lo único que podemos darle es el beneficio de la duda. Y teniendo estas circunstancias, mis lectores, no se puede decidir racionalmente. Lo más cercano a ello es votar por el menos peor. Y el menos peor al final dependerá (poniéndonos lo más estrictos que podemos en estas circunstancias) de la posición psicológica de cada quien.

¿Posición psicológica? Fácil. Vota por López Obrador si tiendes a ser “rebelde”. Vota por Josefina si tus tendencias son “feministas”. Vota por Peña Nieto si te gusta “seguir las reglas”. Vota por Quadri si de plano ninguno de los otros te convence y te gusta “experimentar”.

Si todos tienen sus amigos y sus colas que les pisen, al final “lo que cuenta es el mono”. Así que lo que sí les puede resumir son mis perspectivas de cada “mono”.

Peña Nieto: el obediente
Habiendo crecido en el ambiente político, y por lo que los análisis de su pasado nos cuentan, el candidato del PRI es una persona obediente de las reglas por naturaleza, le dicen cómo hacer las cosas y se esfuerza porque le salgan como deben. Eso incluye que alguien más le diga cómo hacerlas. Y sabemos que no llegó solo tan pronto a ser candidato a presidente de la república. Sin embargo él sostiene que nadie está detrás de él. Obviamente sabemos que eso le dijeron que diga, sin embargo  el hecho de que los otros dos partidos aleguen que su punto más flaco es “los amigos con que se junta” y “lo que hizo el PRI en el pasado” no es un argumento tan importante cuando tomamos en cuenta que si ya sabe EPN que en México ya cambiamos de partido si no nos convence el anterior, puede simplemente esforzarse por que todos esos errores del pasado no se repitan, no porque él sea muy íntegro y no le haga a esas cosas, sino por la necesidad de quedar bien para que puedan volver a ganar en el 2018. Ahí está el beneficio de la duda.

Vázquez Mota: la feminista.
Aunque su frase del “cuchi cuchi” la aleja un poco del feminismo, la candidata del PAN viene de una formación que nada tiene que ver con la política: la superación personal enfocada en mujeres. Antes de que Vicente Fox la metiera a la polaca, Vázquez Mota se dedicaba a dar conferencias en distintos eventos y muchos ya la conocen por su libro “Dios Mío, Hazme Viuda por favor”. Así podemos fácilmente suponer que la presidencia de JVM dependerá casi completamente del equipo que le “encasqueten”… no porque no tenga madera de política, sino porque, si es que saben de política los del PAN, saben que liderazgo no proyecta su candidata.  Y el equipo que se pueda integrar seguramente dará de qué hablar por la división marcada que hay en el PAN. ¿Cuál es el beneficio de la duda para JVM? Que en una de esas en realidad se “faje los pantalones” y corra a todos los que le metan los otros grupos… y que le atine a elegir a los que ella decida poner en los puestos importantes. Difícil, pero probable.

AMLO: el decidido.
López Obrador viene del frustrado priismo. Cuando su forma de trabajo le comenzó a funcionar dándole su propio poder, el PRI lo comenzó a bloquear hasta que AMLO no pudo más y aceptó la oferta de irse al PRD, en donde comenzó a ganar porque la gente que había conseguido lo siguió. Quienes lo conocen comentan que es una persona si no autoritaria, demasiado casada con sus ideas propias. Pregunta y pide opiniones, pero su decisión ya la tomó desde antes. Obviamente a veces le ha funcionado y a veces no. No toma decisiones a la ligera, pero es muy difícil que las opiniones externas le ayuden a corregir el rumbo si va mal. Además, así como se rodea de idealistas un tanto intelectuales, también le tiende a llamar la atención a porros y rebeldes que se dejan llevar por sus instintos radicales y hacen todo menos pensar sus acciones. Le daríamos el beneficio de la duda de que, por ser tan decidido en su visión, pueda lograr algunas de las propuestas que proclama y que no dependerán de que el resto de los partidos estén de acuerdo con él en la cámara de diputados y senadores, que es lo que no explica en sus mítines, por cierto.

Quadri: el suertudo.
Y qué decir del candidato del PANAL. Ya que sea candidato es ganancia para él. Y, lamentablemente, para la creadora de su partido, Elva Esther Gordillo. ¿Cuál es el beneficio de la duda? ¿Realmente es necesario hacerlos leer algo más sobre Gabriel Quadri? Ya escribí lo necesario antes.

 

El segundo round

Aunque suene a que era una competencia que alguien tenía que ganar, el llamarle “segundo round” al más reciente debate entre los candidatos a la presidencia de la república es más refiriéndome a que ya solamente falta el tercer round para que…

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Aunque suene a que era una competencia que alguien tenía que ganar, el llamarle “segundo round” al más reciente debate entre los candidatos  a la presidencia de la república es más refiriéndome a que ya solamente falta el tercer round para que se defina la lucha. Y ese tercer round es el día de las elecciones, el próximo 1 de julio.

Y me refiero también a que en realidad esos debates que organizó el IFE fueron todos menos un debate en todo el estricto sentido de la palabra. En el primero el formato no les daba para mucho y la parte de debate sólo se prestó algunas veces debido a que AMLO y Vázquez Mota llegaron para atacar a Peña Nieto y éste último sentía la necesidad de defenderse. En cambio durante el segundo la única que fue a iniciar un cuasi-debate fue la abanderada del PAN, con su clara posición de ataque a López Obrador y en menor medida a Peña Nieto. Después de todo, tenía que llegar a tirarle a su competencia más cercana.

Sin embargo, no podría considerar a ninguno de esos dos “debates” verdaderos debates por el simple y llano hecho de que las reglas permiten que los integrantes del mismo se salgan por la tangente fácilmente y, si quieren, dedicarse solamente a hacerse publicidad personal y no entrar en discusiones interesantes.

Y especifico interesantes debido a que aún cuando las discusiones (el corazón de un debate) comienzan, son la mayoría de las veces para alegar sobre ataques que poco tienen que ver con la visión de gobierno o el contraste de propuestas de los candidatos y, como dice Gabriel Quadri, solamente se dedican a discutir lanzándose bolas de lodo con señalamientos que poco tienen que ver con lo que debe interesarle al electorado: discusión de propuestas y visión de gobierno.

De nuevo cada quien alega que su candidato se vio mejor, pero la realidad es que éste debate de igual forma aportó poco a la democracia mexicana. Los resultados predichos sin perspectiva partidista ya se están viendo en las encuestas más importantes: Peña Nieto sigue casi igual, los que ganan algunos puntos son Vázquez Mota y López Obrador, y los que pierden varios puntos son los indecisos. En cambio, ahora Gabriel Quadri no se ve que haya conseguido tanto como después del debate pasado… pero aún quedan unos días en los que se podrán notar los efectos del post-debate.

El segundo post-debate
Para quienes aún siguen queriendo que alguien “gane” los debates del IFE, debo decirles que este tipo de debates no pueden ganarse por las mismas razones que expliqué anteriormente. No se trata de quién ganó, sino simplemente de quién llegó a plantarse de mejor manera y quién aprovechó el mal logrado formato.

Así las cosas, ¿qué pasó en el debate en pocas palabras? Por un lado quien fue protagonista esta vez fue la candidata del PAN con su notable mejora en la manera en que se defendió y propuso ésta vez comparada con el primero. Ahora vimos a una Vázquez Mota más segura de sí misma, lo que me hace calcular que no fue necesariamente por ayuda de sus asesores sino más bien porque ya está “agarrando experiencia”. ¿Y qué me hace calcular eso? El hecho de que si bien ahora se vio más segura, los argumentos que utilizó fueron los mismos y el estilo de atacar igualmente fue similar a lo que intentó manejar durante el primer debate y lo que vemos a diario en las noticias y en sus spots. No sacó ninguna herramienta nueva y algunas veces hasta se veía monótona y, si alguno de los otros hubiera querido atacarla con más ahínco, sus “argumentos” hubieran sido tumbados muy fácilmente.

El candidato del PRI, para no variar (o posiblemente por miedo a meterse en camisa de once varas) se abstuvo de defenderse o de atacar a sus adversarios y se dedicó simplemente a repasar y recalcar sus propuestas como si fuera una especie de versión alargada de sus spots publicitarios. Quienes lo apoyan dicen que solamente fue a defender su posición y que sigue en su estado de “no fomentar el encono”. Quienes no lo apoyan simplemente opinan que tuvo miedo y que “sin telepromter no es nada” aun.

El caso es que el abanderado del PRI se enfocó en todas sus propuestas que tuvieran que ver con el tema que más le pegaría a la audiencia:  se dedicó a enfatizar cómo le haría para que los mexicanos ganaran más y para que México recuperara su lugar en el mundo económico. Seguramente la idea fue de Videgaray, lo que nos dice que al menos EPN es muy bueno en seguir órdenes.

 López Obrador, al igual que EPN, también fue en son de paz. Repitió hasta el cansancio que él sabe como “serenar” al país, y se dedicó de igual forma a especificar algunos ejemplos de cómo él tiene su plan ya trazado de cómo mejorar las condiciones del país y aprovechar sus recursos mal gastados. En otras palabras, su discurso de siempre pero en versión un poco más detallada. “Vamos a crecer sin aumentar impuestos” y “ahorraremos en el gasto gubernamental”, fueron los argumentos centrales de sus intervenciones.

Y, como ya estamos acostumbrados a que lo haga en estas campañas electorales, hasta el presidente Calderón no se aguantó en intervenir con su opinión y en su cuenta de Twitter durante el debate publicó (como obvia respuesta a López Obrador) que “Si el gobierno despidiera a todos los altos funcionarios, de director a Presidente, ahorraría 2000 mdp.” No cabe duda, qué presidente tan reactivo tenemos.

Y por último no podría faltar el candidato de Nueva Alianza, quien al parecer llegó según él preparado para tener más interacción con sus contrincantes que el debate pasado, pero esta vez el caso que le hicieron fue aún menor.  Cómo dudo que a él le guste depender de (o mejor dicho necesite o tenga) asesores, parece que su idea propia fue la de intentar “pícarles la cresta” suavemente al resto de los candidatos, con recurrentes preguntas como ¿Se comprometen a crear una Secretaría de esto y aquello?

Pero ni AMLO, ni JVM ni EPN le contestaron sus preguntas y prefirieron seguir con sus propias propuestas y, en el caso de JVM, ataques. Hasta quizo Quadri ser polémico preguntando sobre lo que opinaban los “políticos” sobre los derechos de los homosexuales. Ya no encontraba ni qué hacer para que ser incluido en la plática. Pero no le funcionaron sus técnicas y en las redes sociales ya se ven circular versiones Quadri del famoso meme “Forever Alone”.

En lo que sí llamó la atención el candidato de Elba Esther Gordillo es en su frase de despedida: ¿Para qué tenemos debates en México, si siempre es lo mismo y nunca debaten los cómos y se dedican a tirarse lodo?