La Reforma Laboral desmitificada

Por qué se habla tanto de la susodicha reforma? En qué consiste? Es mala o buena? Qué ha pasado con ella? Un resumen de lo que debes saber sobre la Reforma a la Ley Federal del Trabajo. La bolita al sigue rodando. Después de haber sido dis…

¿Por qué se habla tanto de la susodicha reforma? ¿En qué consiste? ¿Es mala o buena? ¿Qué ha pasado con ella? Un resumen de lo que debes saber sobre la Reforma a la Ley Federal del Trabajo.

Reforma Laboral

La bolita al sigue rodando. Después de haber sido discutida y votada en la Cámara de Diputados, con su dosis de polémica como siempre innecesaria y manipuladora, la Reforma Laboral pasó al Senado para que la Cámara Alta se ocupara de discernir si la aprobarían como la pasaron los diputados, o si se sentarían a discutirla y modificarla, o de plano ni aceptarla.

La odisea
Las negociaciones no se hicieron esperar desde su llegada a la Cámara de Diputados (de la mano del presidente Felipe Calderón) y, a pesar de que al principio tanto la izquierda como el PRI se quejaron de la misma (especialmente de la parte que pretende regular a los sindicatos), al final los legisladores del PRI y el PVEM se unieron a los del PAN y votaron a favor del dictamen, claro que los de los primeros dos partidos evadiendo el tema de la transparencia y la rendición de cuentas sindical (recordemos que la CTM juega un papel político muy importante en el PRI, y obviamente no desean que se metan con sus negocios sindicales). Las izquierdas, por su parte, votaron en contra del dictamen en general. Eso sí, poco antes de ser aprobada (cuando ya se había negociado todo) resultó que hasta las izquierdas estaban en favor de la trasparencia sindical y la rendición de cuentas y no les gustó que el PAN, PRI y PVEM la aprobaran evadiendo esos puntos.

Así, una vez que llegó al Senado, la Reforma Laboral se convirtió de nuevo en polémica, al notarse ahora una especie de desacuerdo entre el PAN y el PRI/Verde debido a la falta de la parte de transparencia sindical. Eso sí, en el senado las izquierdas se pronunciaron junto con el PAN (aunque aun con algunos izquierdistas quejándose de todos modos) en favor de que se aprobara junto con el tema sindical. El drama llegó a tal punto en que de hecho después de la votación resultó un empate entre los miembros de la comisión que analizaban la reforma, lo cual llevó a la comisión a seguir discutiendo los puntos sindicales en discordia.

Pero ayer resultó que dijeron los senadores del PRI que siempre sí iban en pro de la trasparencia sindical, aunque, debido a que siguieron renuentes en el punto de lo de la democratización y la rendición de cuentas, ahora le toca de nuevo a la Cámara de Diputados decidir sobre esos puntos, si la aceptan modificada o lo discuten de nuevo.

¿En qué consiste por fin esa tan famosa y polémica Reforma Laboral?
La tan famosa Reforma a la Ley Federal del Trabajo (su nombre más acertado, pero menos “catchy”) no es en realidad lo que México necesita para progresar, o al menos no como la venden sus promotores (principalmente Calderón y los legisladores del PAN). Es un buen paso técnicamente, sin duda pero, si bien no es mala como quienes casi la satanizan quieren que la ciudadanía poco informada crea, tampoco es la gran cosa a final de cuentas y solo se encarga de detalles que de una u otra manera ya deberían haber sido cubiertos desde hace mucho, o que de plano ya se tomaban en cuenta pero no se encontraban detalladamente establecidos en la ley.

Lo polémico de esta propuesta de reforma se hizo debido a que el tema laboral se presta para utilizarlo como herramienta política ya que, como siempre pasa, la ciudadanía en general nunca va a saber lo suficiente de legislación como para que no puedan ser engañados para beneficio de partidos y sindicatos que lo único que desean es mantener su status quo y proteger sus intereses, de ambos lados.

El teoría, “la derecha” tiende a preocuparse por hacer dinero y privilegiar el negocio y, por consecuencia, a los empresarios (o sea los patrones), y “la izquierda” (y en parte también “el centro”) tienden a preocuparse primero por los derechos y el bienestar de la clase trabajadora (o sea los empleados). He ahí el dilema.

Desmitificando la reforma laboral
Sin embargo, la realidad es que entre batallas políticas, se creó toda una mitología en torno a lo que, desde el punto de vista de cada lado, la Reforma Laboral proponía. Sólo para enumerar algunos que sirvan de ejemplo, aquí están 5 “mitos” desmitificados:

MITO #1:Se pagará “a $7 pesos la hora”
REALIDAD: Ningún trabajador ganará menos que el salario mínimo (el cual ya de por sí es poco), aún cuando labore menos de las 8 horas de la jornada laboral. El pago por hora ya se encuentra previsto en la ley, solamente que se busca establecer de manera expresa con esta reforma, con el propósito de que hasta los trabajadores de jornada parcial sean integrados al trabajo con sus previsiones legales y no se preste a escusa para que el empleador no quiera hacerlo.

MITO #2: Los trabajadores perderán su antigüedad
REALIDAD: Si te contratan por 3 o 6 meses, incluso en las nuevas modalidades de contratación como “a prueba” o “capacitación”, empezarás a generar antigüedad desde el primer día que comiences a trabajar. La razón práctica de esta reforma es reducir la incertidumbre para los empleadores y al mismo tiempo aprovechar al máximo la capacidad laboral de los trabajadores, así como dotarlos de experiencia lo más rápidamente posible. Así, estos contratos no podrán durar más de 6 meses; después de ese tiempo serán considerados contratos permanentes.

MITO #3: Se acaba el derecho a huelga
REALIDAD: Los trabajadores que se vayan a huelga recibirán su sueldo íntegro durante 12 meses, pero al llegar el mes 13 se le pagará el 24% del salario; lo mismo ocurrirá con los trabajadores que hayan interpuesto un juicio por despido injustificado. Sin embargo, de la misma forma la reforma contempla sanciones de 100 a 1000 salarios mínimos o suspensión/destitución del cargo al abogado o funcionario público que dilate u obstaculice la resolución de un juicio laboral.

MITO #4: Se legaliza la subcontratación
REALIDAD: El famoso “outsourcing” no está prohibido actualmente, pero sin embargo le hace falta una normatividad, locual ha hecho que empresas recurran a este tipo de subcontrataciones para evadir impuestos y no pagar prestaciones. Lo que busca la Reforma Laboral es regular el outsourcing, entre otras cosas, para proteger los derechos de los trabajadores.

MITO #5: Los salarios se reducirán
REALIDAD: Esta reforma laboral avala nuevas modalidades de contratación, pero ello no afectará los derechos, salarios o prestaciones de los trabajadores.

Un México más poductivo
Así que, como ven, en general lo que busca esta Reforma Laboral es básica y principalmente mejorar las condiciones de productividad, pero no en detrimento de los trabajadores (como aseguran muchos), al menos no en teoría.

Si se lleva acabo como debe, esta nueva reglamentación podría de hecho ayudar a que no exista tanto trabajador que lo único que le aporta la empresa donde trabaja es el espacio que ocupa en el departamento en que trabaja.

Además, puede servir como una buena oportunidad para que los jóvenes capaces se integren al mercado laboral y no sean desplazados, o por jóvenes menos capaces, o por empleados poco productivos. Eso sin mencionar otras disposiciones que contempla la Reforma Laboral en materia de equidad de género, personas con discapacidad, trabajo infantil y trasparencia sindical para que los sindicatos dejen de ser (o al menos sean menos) unas mafias que influyen muy poco a favor de la productividad y el desarrollo económico del país.

Tapando baches
Sin embargo, al final, pregone lo que pregone el gobierno, el apoyo a las pequeñas y medianas empresas no es el que debería ser para que reformas como estas realmente se conviertan en detonadores del progreso económico potencial de México. De la misma forma que sucede con la reforma Educativa, la Reforma Laboral solo toma en cuenta lo que pueden cambiar rápidamente como para que nuestros legisladores no se tengan que preocupar por reformar de fondo los aspectos de los que depende el efectivo funcionamiento de lo que tanto proponen y de los tantos beneficios que, en teoría, la Reforma Laboral le traería a la economía mexicana.

Como siempre, nada más que trabajo a medias. Que de cualquier forma ya es algo. Pero ese algo debió haberse hecho hace años. Es por eso precisamente que lo que realmente indigna a los críticos informados es el hecho de que los legisladores que tanto la defienden la “vendan” como si fuera la gran panacea que mejorará de manera importante las condiciones laborales y económicas de nuestro país.

En otras palabras, al final no sabemos quienes estén peores: los que la quieren utilizar como herramienta política quejándose hasta de lo que no de la Reforma Laboral y atribuyéndole mil y un detrimentos (la mayoría de ellos manipulados de manera que la gente entienda lo que no es) y literalmente pregonando a los cuatro vientos que lo único que hará es regresarnos al pasado; o los que la defienden queriendo hacer pensar al pueblo mexicano que es lo que se necesita para que dejen de preocuparse por las crisis económica, la pobreza y todo lo demás a lo que estamos ya acostumbrados a preocuparnos en México.

Ya veremos quién la provecha más. O veremos si en realidad se convierte en una herramienta beneficial para todos.