Analizando a los “YoSoy132”

Ya era tiempo que que escribiera sobre este tema. Desde que iniciaron hace ya dos meses en los tiempos del fulgor de las campanas electorales, “los 132” me parecieron solamente una moda más resultado de lo que ahora las redes sociales en la Web h…

#YoSoy132

Ya era tiempo que que escribiera sobre este tema.

Desde que iniciaron hace ya dos meses en los tiempos del fulgor de las campañas electorales, “los 132” me parecieron solamente una moda más resultado de lo que ahora las redes sociales en la Web han generado entre los jóvenes que las utilizan, es decir simplemente como un “meme” más.

Es  verdad que cada vez más personas de distintas edades utilizan internet, pero debemos aceptar que en gran medida son jóvenes los que proliferan en la web y  son jóvenes la gran mayoría de los usuarios que utilizan las redes sociales como Facebook y Twitter. Dicho esto debemos dejar sentado además que solamente cerca del 30% de los mexicanos tienen computadora en su casa. De esos solamente el 75% tienen acceso a internet y lo utilizan en su casa, y no todos esos usuarios son los que navegan varias horas al día y se la llevan en las redes sociales. Ese sector (en el cual se encuentran quienes han hecho famoso el movimiento Yo Soy 132), según un estudio del IPN, ocupa solamente el 35% de quienes tienen acceso a internet en su casa.

Ahora bien, ¿qué me lleva a escribir sobre el movimiento Yo Soy 132 si ya se ha escrito y se está escribiendo mucho sobre ello? Pues el simple y llano hecho de que hasta ahora no he encontrado en la web un análisis no social ni político, sino psicológico sobre el movimiento “estudiantil”.  Lo que al parecer se le olvida a muchos analistas es el hecho de que cualquier movimiento social y político no puede ser discernido racionalmente sin tomar en cuenta a las personas que los mueven y los originan. O dicho de manera coloquial: siempre hay que tomar las cosas de quien vienen. Tomando en cuenta esto, considero necesario, antes de hablar de las ideas, hablar (o mejor dicho escribir) de las personas que las pregonan.

No es lo mismo que Hitler diga que quiere que una sociedad progrese a que lo diga Nelson Mandela. No es lo mismo que Einstein diga que “la física nos acerca más a la mente de dios” a que lo diga el pastor evangelista (y uno de los promotores del método de adaptar los descubrimientos científicos al mito de la Creación) Ted Haggard. Muy seguido me encuentro en internet opiniones sobre que “lo que cuentan son las ideas y no las personas” que las pregonan. Nada más alejado de la realidad humana. Pero pasemos al análisis de los integrantes del movimiento Yo soy 132.

¿Han notado en las noticias nacionales que, independientemente del estado donde se lleve a cabo una marcha de ese movimiento, como que siempre vemos unos cuantos estilos de vestir y de apariencia física en la mayoría de los marchistas? ¿Cabello largo o un tanto despeinado o de colores extravagantes o con estilos retro o desaliñados, playeras con logotipos o diseños artísticos o comerciales pero que dan a conocer ideas de cierto grupo, brazos y piernas tatuados, gafas “retro”, pantalones rotos, y otros detalles del estilo? ¿Han notado también que los iniciadores del movimiento, los de has universidades privadas de México como “La Ibero”, no se parecen a la mayoría de los que marchan en las calles? A los líderes nacionales usualmente los vemos bien vestidos o vestidos con playeras de marcas de moda, hablando con el típico tonito de chico fresa y con el típico look de que asisten al gimnasio y les gusta peinarse?¿Ven alguna discrepancia ya que se ponen a analizarlo así?

Y que conste que no estoy siendo despectivo solamente por el aspecto. Analizando también las maneras de ser y de hablar de ambos tipos de integrantes de Yo Soy 132, nos podemos dar cuenta también de que los iniciadores y dirigentes son muy diferentes a la mayoría de los marchistas comunes que vemos en la calle gritando en contra de Pena Nieto y la “imposición de candidato de parte de los medios”. En otras palabras, un tipo de jóvenes inicio todo y otro tipo es el que hace la bola. ¿Qué con eso? A eso voy.

Los tres perfiles psicológico/sociales de “los 132”

Aleguen lo que aleguen, la mayoría de “los 132” no tienen ni idea de lo que según ellos promueven. De la misma forma que la politica tradicional manipula a la gente para meterla y mantenerla en sus filas o para que voten por los candidatos de los partidos, el movimiento Yo Soy 132 se aprovecha (igualmente sin darse cuenta en parte) de la tendencia de personalidad de ciertos individuos para que se les antoje militar en sus filas. Analizando ha muestra local de Tecate, la cual seguramente es un ejemplo de todo el país, el los perfiles psicológico/social de los que se dicen ser “132” y seguir sus proclamas son los siguientes.

El tipo “Mis padres no me comprenden”
Este es el típico joven que, a pesar de haber nacido y sido criado en una familia pudiente o al menos sin problemas económicos, siente que debe estar en contra de lo que le recomiendan sus padres. Siempre  tiene la idea de irse de su casa porque siente que su inteligencia y sus talentos son reprimidos por el estilo de vida de sus padres, solamente porque ha visto que existen ideas radicales y conoce a amigos “artistas” que saben según ellos “aprovechar la vida” y “revelarse contra lo establecido”.

Es tan común que esos jóvenes hayan crecido en una familia tanto estable como inestable emocionalmente. Ninguno puede quejarse de problemas económicos o de que le faltó económicamente algo en su desarrollo, pero algunos sí pueden quejarse de que a pesar de tenerlo todo en el aspecto materia, son hijos de familias disfuncionales emocionalmente. Así que en parte eso es lo que a un importante porcentaje de esos jóvenes les hace sentir que en su familia no tuvieron oportunidades, a pesar de que para muchos de ellos las oportunidades siempre las tuvieron cerca, pero simplemente no las supieron aprovechar o no siquiera les interesó.

Artistas frustrados tanto musical como plásticamente podemos encontrarlos en este perfil. De igual forma podemos encontrar aquí a los típicos “estudiantes eternos” que tardan varios años en terminar su carrera, la cual casi invariablemente será alguna de la rama de las humanidades, como teatro, historia, pintura, música, comunicación, etc. ¿Por qué creen que varias celebridades del ambiente artístico apoyan el movimiento? Claro que también existen unos cuantos que se van por el lado más técnico, pero esos son muchos menos.

¿Dónde nos encontramos a muchos de estos “132” si no es en una “marcha pacífica”? En los raves y en los “tokines”, a otros en las obras de teatro y en las inauguraciones de exposiciones de pintura al lado de la crema y nata de los “multicultis”, y por el estilo.

¿Qué le llama la atención del movimiento Yo Soy 132 a estos jóvenes “incomprendidos”? El sentirse dentro de sus filas que ya no están solos, que hay alguien que comparte sus “problemas” en contra del sistema. Normalmente este tipo de jóvenes tienden a ser o solitarios, o a tener un muy pequeño círculo de amigos que compartan sus actividades, y en “los 132” se encontraron el club que nunca tuvieron. Ahora ya tienen con quién y por qué manifestar su inconformidad con lo que sea… aunque su inconformidad siempre ha sido interna y parte de su personalidad. Simplemente ahora tienen en qué proyectarla.

El tipo “El sistema está contra mía”
Otro tipo mayoritario de jóvenes que se integran a las “células” Yo Soy 132 es el típico joven que en parte en realidad no ha encontrado oportunidades de ser quien es, pero con la diferencia de que no nació en cuna de oro, como dicen. La mayoría de estos jóvenes tienen un gran resentimiento en contra del “sistema”, achacándole (a veces con razón) la culpa de que no hayan podido superarse como lo hicieron otros. Invariablemente y al igual que los que sienten que sus padres no los comprenden, estos “132” tienden también a las artes y las humanidades, pero muchos de ellos no terminaron la preparatoria o simplemente no asistieron a la universidad. Otros tantos, en cambio, sí van a la universidad y son los típicos porros que igualmente o tardan en acabar su carrera o nunca la terminan.

Para este tipo de “132” lo mejor de estar en el grupo es la compañía y el sentirse que ahora sí forman parte de algo. Sentir que de esta forma ahora sí pueden externar sus sentimientos en contra del “sistema”, aunque ni idea tengan que a qué se refieren ellos y los que los acompañan con la palabra “sistema”. Aquí es donde se encuentran la mayoría de los que simpatizan con las izquierdas, al sentir que esa es la ideología que les dará lo que nunca les dejaron tener, según ellos, claro.

Lo paradójico de este tipo de jóvenes es que no se dan cuenta (o prefieren no darse cuenta) de que en los grupos Yo Soy 132 se están juntando con jóvenes que sí tuvieron oportunidades de las que ellos no gozaron, y que básicamente desperdiciaron. Esto nos lleva a suponer con bases que para ambos tipos de personalidad “132”, lo que interesa es estar en contra de algo en conjunto con más, y no necesariamente los ideales que proclamen o contra qué se expresen.

Al parecer en este grupo, estos dos tipos de jóvenes “rebeldes” encuentran simplemente a otros como ellos, lo que comprueba que cuando tu personalidad es de ese tipo, no importa si tienes o no las oportunidades, el caso es decir que no las tuviste por una u otra razón.

El tipo “Los mataditos ingenuos”
Otro tipo de personalidad que al parecer tienen algunos jóvenes que militan en Yo Soy 132 es el típico “inteligente matadito”, es decir, el joven estudioso que sin embargo aún no ha desarrollado su inteligencia analítica y crítica, sino solamente su inteligencia absorbente de conocimientos. Pero para que este tipo de joven encuentre atractiva la idea de juntarse con los “132”, al parecer debe haber crecido en una familia donde no aprendió desde pequeño a ejercer su racionalidad y se le fueron inculcados valores y conocimientos demasiado dogmáticos y que no concuerdan con la realidad fáctica actual, sino más con el tradicionalismo del pasado.

Aquí nos podemos encontrar al típico joven de buenas calificaciones que sin embargo encuentra difícil el utilizar sus conocimientos en la vida diaria o aplicarlos prácticamente. En gran parte la ingenuidad con la que ha crecido es la que lo hace pensar que los “ideales” por los que supuestamente luchan los “132” son los que debe defender. En otras palabras, anda con ellos porque no ha analizado los hechos y su tradicionalismo le hace creer que “lo importante son los ideales”.

Es importante recalcar que, mientras los primeros dos tipos de “132” difícilmente comprenderán la paradoja de militar en ese tipo de movimientos, varios de este último tipo, los “mataditos ingenuos”, solo necesitan madurar un poco para comprender que, hasta cierto punto, andar con los “132” va en contra de su propia personalidad. Otros, en cambio, solo son considerados inteligentes por mataditos… pero nada más no estudian y hasta reprueban… estos difícilmente se saldrán de Yo Soy 132.

¿Qué saben los “132” en realidad?
Hasta aquí les dejo el análisis por el momento. En el siguiente post analizaré por qué es importante relacionar los tipos de personalidad de los jóvenes Yo Soy 132 con lo que proclaman y por qué su movimiento no es lo que ellos se imaginan o les gusta pensar que es.

 

Author: nelsonrazo

Nutriólogo y blogger de divulgación científica enfocado en temas de medicina evolutiva. Disfruta del running y la lectura. Editor de cuidatehoy.com

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